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Jayei Sará (Bereshit / Génesis 23:1 al 25:18)

Actualizado: 11 jul


Las vidas de Sará


Hay tres tamaños de la letra en la Biblia. En la introducción al Zóhar, en el comentario del Sulam, está escrito: “Y Di-s hizo letras grandes que aluden a Biná y letras pequeñas que aluden a Maljut”. En otro lugar, el Zóhar explica que las letras de tamaño normal vienen de la dimensión espiritual de Zeir Anpín, lo cual nos muestra que hay un significado profundo detrás de los distintos tipos de letras que tenemos en la Biblia.

Sará Murió en Kiryat-Arba, que es Hebrón en la tierra de Canaán; y Abraham vino a exaltar a Sará y a llorar por ella. – Genesis 23:2

En este versículo encontramos una letra pequeña Caf en la palabra velivcotá, que significa “llorar por ella” o “lamentarse por ella”.

Se dice que cuando Sará murió, Avraham lloró sólo un poco, y esto se debe a que Sará era anciana. ¿Pero por qué debería esto haberle impedido llorar por ella? Él amaba a Sará más de lo que cualquier hombre podía amar a su esposa. Avraham y Sará eran almas gemelas, eran Carrozas, eran profetas; incluso está escrito que Sará era mejor profeta que Avraham.

El Midrash, dice lo siguiente:

Ella era tan grande que el Creador había hablado directamente con ella (Génesis 18:15), mientras que a las otras profetisas Di-s les hablaba a través de un mensajero. Ella era tan eminentemente justa que hasta los ángeles estaban sujetos a sus órdenes.

Asimismo, el Midrash dice también que Yitsjak no estaba en el funeral de Sará, y la explicación es que en ese momento él estaba estudiando la Biblia, ¿Pero es esta realmente una explicación valida? ¿Debe el estudio de la palabra de Di-s utilizarse como una excusa para no asistir al funeral de tu propia madre?

¿Qué relación tiene esto con la presencia de la letra pequeña Caf y qué poder podemos recibir de esta letra? Aquí hay una enseñanza importante, que está relacionada con el actor de llorar.

La historia de la partida de este mundo de Rav Shimón bar Yojái, tal como está escrita en el Zohár, esclarecerá este asunto:

Todo ese día (que falleció Rav Shimón) el fuego no se retiró de la casa y nadie se acercó a él porque no podían debido a la luz y el fuego que lo rodeaban. Yo (Rav Aba) estaba boca abajo en el suelo llorando a gritos. Después de que el fuego se retiró, vi que la Santa Luminaria. El santo de santos, se había ido del mundo, envuelto y yaciendo sobre su costado derecho con un rostro sonriente. El Zohár, Haazinu, el Idra zutra: 197

Después de la muerte del gran maestro Rav Shimón, Rav Elazar, su hijo, tomó las manos de su padre, las besó y dijo: “Padre, padre, había tres que se volvieron uno otra vez”. Esto significa que había habido tres grandes hombres en la tierra: el mismo Rav Elazar; su padre, Rav Shimón; y su abuelo, Rav Pinjás ben Yair. Ahora Rav Elazar era el único que quedaba en el mundo. Esa es una declaración muy poderosa y emotiva, sin embargo, es importante que seamos conscientes de que Rav Elazar no lloró.

Naturalmente, cuando Rav Shimón abandonó este mundo su hijo sintió dolor por la pérdida de su padre. Pero para Rav Elazar era más importante que a partir de aquel momento el mundo no tendría la Luz que Rav Shimón había revelado. Los estudiantes de Rav Shimón lloraron, pero no por la pérdida de conexión física con su maestro, sino más bien por la Luz que habían perdido. Había otra causa de su tremendo dolor: el mundo entero había estado lleno de la Luz del Creador, y ahora ésta iba a faltar.

¿Por qué lloramos cuando nos ocurre algo que nos hiere? Específicamente, ¿por qué lloramos por la muerte de una persona que ha estado cerca de nosotros? ¿Es simplemente por la ausencia física que sentimos? La Kabbalah enseña que la transición física de la vida a la muerte no es donde debe enfocarse nuestra carencia. Según la Kabbalah, la muerte no es algo final sino más buen el cierre de una puerta y la abertura de otra. Las enseñanzas de la Kabbalah sobre la reencarnación son una fuente vital para lograr una mayor comprensión de la naturaleza de la muerte.

De hecho, debemos recordar que nada físico crea una diferencia en este mundo, puesto que la verdad sólo procede del ámbito espiritual. La Caf pequeña nos enseña que no debemos llorar por los asuntos irrelevantes del mundo físico; por algo que hemos perdido, por ejemplo, ya sea un objeto físico como el dinero o una cualidad como la celebridad, el estatus o la fama. La fortaleza que recibimos de la CAf (en la palabra velivcotá) es la capacidad para separar lo que es importante de lo que no lo es. Entonces ¿qué causa es suficiente para que lloremos por ella? ¿no debería serlo que alguien cercano a nosotros haya abandonado físicamente este mundo? Según la Kabbalah la razón por la debemos llorar es por la pérdida de la Luz que nos ilumina cuando aquella persona estaba en la Tierra con nosotros.

Cuando Rav Brandwein, profesor y maestro del Rav Berg, abandonó este mundo, Rav Berg lloró durante muncho tiempo y sintió la ausencia de la Luz del Creador en su vida. Sin embargo, después de un tiempo, entendió que ahora Rav Brandwein estaba ayudándole desde el Mundo de la Verdad mucho más de lo que podría haberle ayudado en este mundo. Debemos recordar que todo es una emanación de la Luz; por lo tanto, nunca debemos involucrarnos demasiado con lo que ocurre en el reino físico. Si nos involucramos demasiado, es como si dijéramos que no estamos de acuerdo con lo que ha sucedido, lo cual significará que no estamos de acuerdo con la Luz.

En el Zóhar, los sabios frecuentemente lloran porque no entienden la explicación de su amado maestro, Rav Shimón. Para ellos, la incapacidad de alcanzar la Luz del entendimiento es la pena más grande de sus vidas.

Obviamente la muerte de Sará causó dolor a Avraham, pero Avraham no lloró porque sabía que era para bien. También leemos que Yitsjak estaba estudiando la Biblia durante el funeral de su madre; esto se debe a que su muerte significaba que la Luz del Creador ya no sería revelada al mundo, así que él trabajaba para revelar esa Luz él mismo.

SINOPSIS DE JAYEI SARÁ

Analicemos ahora por qué esta sección se llama “Las vidas de Sará” y por qué sólo prestamos nuestra atención a la vida de Sará después de su muerte. Debemos entender que, según la Kabbalah, la vida y la muerte pueden existir en muchos niveles. Alguien puede estar físicamente vivo, pero no nos imparte ninguna energía; en ese sentido, es como si estuviera muerto para nosotros. De la misma forma, una persona que ha abandonado este mundo puede estar muy viva en nuestro corazón y nuestra mente. Cuando recordamos a alguien que ha fallecido, mantenemos viva a esa persona; si la olvidamos, entonces esa persona está ciertamente muerta para nosotros. El significado de la vida y la muerte no debe limitarse a la dimensión física.


Primera Lectura – Avraham – Jesed

23: 1-16

La historia de Jayei Sará trata sobre la vida de Sará, aunque sólo el primer versículo de esta historia hace mención de ella.

El secreto más profundo está relacionado con la forma en que se menciona la edad de Sará. La Torá no dice que Sará vivió 127 años, sino “100 año, 20 año y 7 años”. La pregunta obvia es: ¿por qué los 100 y los 20 se mencionan en singular mientras que el 7 se expresa en plural utilizando la palabra “shanim”?

El Zóhar dice que Sará representa la totalidad de la unidad, como la semilla que contiene dentro de sí misma el total de los elementos del árbol subsecuente: las ramas, las raíces, los frutos y las hojas. Todos ellos emergen separadamente de la semilla, indicada por los “7 años” (shevan shanim). Kabbalisticamente, siete también se refiere a Maljut –la dimensión de este mundo físico- nuestro mundo de diferenciación y fragmentación que está gobernado por el tiempo, el espacio y el movimiento.

Puesto que Sará personifica la idea de la unidad, el “100 año” indica el concepto kabalistico de 100 dimensiones espirituales distintas: las Diez Sefirot, multiplicadas cada una de ellas por sus diez niveles individuales propios (también llamados Sefirot). Cada una de las Diez Sefirot también esta formada por otras Diez Sefirot (10x10), lo cual introduce el concepto de unidad y completitud. Y el “20 año”, aunque es un nivel inferior de conexión de 10+10, que son las Diez Sefirot de Luz Directa más las Diez Sefirot de Luz Retornante, continúa estando en el reino de la no separación. Solo en este mundo físico emergen el caos y la separación, trayendo con ellos las limitaciones del tiempo, el espacio y el movimiento.

El numero de años que vivió Sará nos enseña que este mundo físico no es la autentica realidad, sino una realidad ilusoria que podemos transformar en un mundo de unidad. También nos muestra que la vida de Sará personificaba tanto unidad como diversidad, y por lo tanto la diversidad no tiene necesariamente que resultar en separación, ni siquiera en conflicto.

Génesis 23:8 – Cuando Avraham estaba buscando un sitio para enterrar a Sará, vio un pequeño animal en el campo; entonces lo siguió hasta una cueva, donde vio a Adam. Adam le reveló a Avraham que aquel lugar era donde Javá y el fueron enterrados, y donde también debían ser enterrados Avraham y Sará. El Zóhar dice que mientras Adam buscaba un lugar en el que Javá y él pudieran ser enterrados, fue guiado hasta aquella cueva por una pequeña Luz que entró en ella desde el Jardín del Edén. En nuestra vida, podemos esforzarnos para asegurarnos de que los lugares donde vivimos sean lugares positivos que nos traigan bendiciones.

Segunda Lectura – Yitsjak – Guevurá

23: 17-20 al 24:1-8

Avraham ordenó a su sirviente Eliezer que viajara al lugar donde vivía la familia de Avraham y regresara con Rivká, quien Avraham había previsto que seria el alma gemela de Yitsjak.

La intención de Eliezer era que su propia hija se casara con Yitsjak. Cuando él fue elegido para esta misión. Podría haber aprovechado la oportunidad para sabotear el viaje, pero dejó a un lado sus intereses personales y llevó a cabo la tarea con éxito.

Tercera Lectura – Yaakov – Tiferet

24: 10-26

Eliezer encontró a Rivká sin siquiera conocer su nombre ni saber que era miembro de la familia de Avraham; fue capaz de hacerlo mediante el poder de su certeza de que Di-s le revelaría el alma gemela de Yitsjak en el momento preciso.

Cuando tenemos certeza y hacemos un esfuerzo por compartir y revelar la Luz, es decir, cuando hacemos nuestra parte, la Luz nos apoya y nos ayuda a completar nuestra tarea. Los sabios nos han explicado que Di-s envio ayuda a Elizer en la forma de dos ángeles: uno para llamar su atención sobre Rivká y otro para acompañarlo.


Cuarta Lectura – Moshé – Nétsaj

24: 27-52

Cuando el sirviente, Eliezer habló con la familia de Rivká, no les reveló cómo la había encontrado. En su lugar, se enfocó en los detalles de su nombre y en el hecho de que Avraham le había dicho a él que fuera a ver a la familia de Avraham. El sirviente era consciente de la importancia de hablar con la familia de Rivká en un nivel que fuera apropiado para ellos y que ellos pudieran entender. Nosotros mismos sólo podemos recibir aquellos mensajes que estamos abiertos a recibir y que se corresponden con nuestro estado actual de desarrollo espiritual. Debemos empujarnos continuamente a crecer espiritualmente para ser capaces de aceptar los mensajes que nos llegan y de llevar a cabo las acciones que éstos requieren.

Quinta Lectura – Aharón – Hod

24: 53-67

Eliezer pasó la noche en casa de Rivká. Varias fuentes dicen que Betuel, el padre de Rivká, y Laván planearon envenenar al sirviente para evitar que se llevaran a Rivká. Pero un ángel cambio la comida, y en su lugar fue el padre de Rivká el que fue envenenado. De este relato extraemos que todos nuestros actos tienen repercusiones. Aquí el acto negativo del padre de Rivká provocó una reacción inmediata y letal. A menudo, hay una separación en el tiempo o en el espacio entre una acción y sus consecuencias, pero debemos ser siempre conscientes de que, tarde o temprano, cada causa tiene su inevitable efecto.

Leemos que por la tarde Yitsjak salió al campo a orar. El momento justo antes de ponerse el Sol es el momento más negativo del día, cuando las fuerzas negativas son más numerosas y poderosas, y cuando hay más ángeles negativos ayudando a todo aquel que tenga intenciones destructivas. Hay conexiones que podemos hacer que nos ayudan a travesar este periodo transicional en el que la luz está desapareciendo.

Sexta Lectura – Yosef – Yesod

25: 1-11

Avraham se casó con Keturá y ambos tuvieron hijos, pero Keturá era en realidad Hagar, quien se había cambiado el nombre. Los hijos de esta unión viajarían al Oriente para diseminar las enseñanzas de la Kabbalah. La intención de Avraham era compartir la Luz con todas las naciones del mundo y ayudarlas mediante el conocimiento de la Kabbalah.

Debido a que había realizado un enorme trabajo espiritual, Avraham murió a una edad avanzada. Cada dia, nosotros también debemos llevar a cabo diligentemente nuestro trabajo espiritual mientras todavía tengamos tiempo en la Tierra para hacerlo.

Séptima Lectura – David – Maljut

25: 12-18

Leer acerca de los 12 hijos de Yishmael nos ayuda a elevarnos por encima de las influencias de los planetas y otras fuerzas astrológicas. Desde la perspectiva de la astrología kabbalistica, entendemos que las estrellas y los planetas influyen en nuestra vida, pero no nos obligan en ninguna forma. Tenemos libre albedrío, lo cual significa que podemos elegir que las estrellas y los planetas nos influyan o podemos elegir elevarnos por encima de su influencia.

Aunque había sido muy negativo toda su vida, Yishmael se arrepintió antes de su muerte y se convertido en una persona justa. Por muy negativas que sean algunas personas, por mucho que todo el mundo crea que estas personas están perdidas, por mucho que estas personas incluso lo crean ellas mismas, Yishmael nos muestra que el cambio es posible, aunque sea en el último momento.

HAFTARÁ DE JAYEI SARÁ

I REYES 1:1-31

La lección bíblica de Jayei Sará trata sobre los últimos días de Avraham, y la Haftará en Reyes I muestra la correspondencia con los últimos días del Rey David. Para la mayoría de personas, llegar a una cierta edad significa que están simplemente esperando morir, pero aun en el último día de sus vidas, Avraham y el Rey David se preguntaron a si mismos: ¿Qué Luz puedo revelar hoy? Nunca estuvieron únicamente esperando su descanso. Por el contrario, siempre estaban buscando una espiritualidad más elevada y más oportunidades para compartir.


Fuente: La Biblia Kabbalistica, Genesis, Editado por Yehuda Berg.

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